Madres intrusivas
La figura más importante para que desde nuestro nacimiento se vaya formando nuestra personalidad, nuestras actitud ante la vida, nuestras costumbres, nuestra educación, nuestra vida social, etc, es, sobre todo, la de la madre.
Las madres intrusivas no dejan que sus hijos/as se desvinculen de ellas.
Depende del tipo de relación entre una madre y un/una hijo/a. Una vez llegada la adolescencia, debería existir una desvinculacion madre-hijo/a.
Conozco madres que tienen un apego patológico hacia sus hijos debido a las carencias emocionales que éstas tienen. Se suele dar más en madres divorciadas que viven únicamente con un hijo varón, aunque también se da en madres con más hijos, pero bastante menos.
Para empezar, éstos toman el papel de hombre en la casa y las madres son aquellas que dificultan el que sus hijos salgan a divertirse con amigos, no les dejan pasar un verano en un campamento (ya que las únicas que son capaces de “cuidarlos bien” son ellas), no les dejan viajar con sus amigos (me refiero a chicos ya adultos), sienten celos porque su hija juega con su hijo (celos hacia su propia hija), el hijo/a tiene que pedir permiso para salir un día con sus amigos u otros familiares (si ella no tiene planes, es capaz de echarle en cara que la deje sola) y un largo etcétera
Son madres intrusivas, tóxicas que agobian, manipulan, chantajean.
Critican a otros familiares (muchas veces a los padres del hijo/a), los culpabilizan y se hacen las víctimas.
Todo esto produce, a medio y largo plazo, hijos dependientes, sobreprotegidos, con una autoestima baja, en ocasiones, no tienen buenas habilidades sociales, pueden llegar a tener depresiones, insomnio, sentimientos de culpa, ansiedad e incluso, volverse personas violentas, y un largo etcétera.
Muchos de ellos terminan viviendo toda su vida con su madre porque no encuentran pareja, también se hacen cómodos y no quieren discutir. Crean una simbiosis en la que los dos o por lo menos uno de ellos, sale beneficiado (normalmente se beneficia más la madre). Tienen varias parejas con las que no acaban formando familia, ya que la madre interfiere en todas y cada una de sus relaciones. Si consiguen tener pareja e ir a vivir con ella, la relación suegra-nuera suele no funcionar, consecuentemente, se estropea la propia relación de pareja y/o la relación familiar.
Otros, acaban dándose cuenta del alto precio que están pagando y piden ayuda a un profesional para que les ayude a cambiar su manera de vivir, pensar y relacionarse con los demás. Son capaces de luchar por llevar otro modo de vida y empiezan a sentirse mejor con ellos mismos, a comprender hasta qué punto no era beneficiosa ese tipo de relación y aunque los cambios son difíciles de hacer, trabajan duro por llevarlos a cabo.